Dos mujeres están en
la orilla de un río, de corriente rápida, que se está llevando a un hombre que
lucha por mantenerse a flote y acercarse a ellas. Ambas mujeres saltan al agua
y rescatan al hombre. Mientras las valientes rescatadoras atienden a la
víctima, la corriente lleva hacia ellas un segundo hombre, también desesperado
y gritando auxilio. De nuevo, las mujeres se meten en el agua al rescate.
Mientras sacan a la segunda víctima, divisan a un tercer hombre agitando los
brazos. Una mujer se mete en el agua para salvar a la última víctima. Se da la
vuelta y ve a la otra mujer yendo corriente arriba. "¿Por qué no me
ayudas?", grita. "Estoy ayudando", responde la otra mujer.
"Estoy yendo a ver quien los está tirando al agua."
Spencer Kagan es un conocido investigador y autor de mas de 100 libros, capítulos y artículos. Es psicólogo clínico y profesor de Psicología y Educación en la Universidad de California. Él Dr. Kagan es el principal autor de libros para profesionales de la educación en los siguientes campos: aprendizaje cooperativo, inteligencias múltiples y disciplina y control en la clase. Sus estrategias instruccionales son usadas por muchos profesores de distintos países.
En esta breve historia de Spencer Kagan aprendemos la siguiente moraleja: debemos acudir al foco o raíz de los problemas para poder solucionarlos con éxito. A veces no es suficiente prestar atención únicamente a la parte externa de un conflicto, debemos indagar en sus orígenes. Esta pequeña fábula instructiva la podemos aplicar en nuestro campo de estudio como futuros profesionales de la educación. Lo mismo ocurre con los problemas que tendremos en nuestras clases. Si retrocedemos en el tiempo, se han sucedido diferentes metodologías y han prevalecido unas teorías sobre otras en la educación, como el conductismo, que han sido muy artificiales en el tratamiento de los alumnos/as. La teoría conductista promovía la atención en el propio problema presente sin centrarse en el contexto previo ni preguntándose por las causas. Sólo se consideraba el proceso estímulo-respuesta, dejando a un lado el estudio del sujeto. Sin embargo, con el paso del tiempo y las nuevas corrientes que apuestan por un estudio mas introspectivo, la situación a cambiado. Se trata de un enfoque psicológico que se puede aplicar satisfactoriamente en nuestras clases. Creo que, como hemos mencionado en otras clases, no solo seremos profesores, también cumpliremos un papel de orientadores o guías cuando sea necesario y en papel de disciplinas como la Psicología me parece muy relevante.
En la historia, la segunda mujer actúa de manera más inteligente porque quiere descubrir el origen de lo que ocurre, en lugar de seguir auxiliando a los hombres como su compañera. Como se suele decir, es mejor prevenir que curar. El psicólogo del colegio M.P. Herrero de Alicante, José Antonio, también nos comentó esta frase que me pareció muy interesante, en su presentación sobre "resolución de conflictos en el aula": "mejor que aumentar la dosis, es cambiar el tratamiento".
Por tanto, la actuación de la segunda mujer fue más correcta y más efectiva. El tratemiento de los síntomas a veces no es tan eficaz como el de las enfermedades. No debemos centrarnos sólo en las cosas superficiales. Por ejemplo, en muchas ocasiones cuando se ven a alumnos problemáticos, con riesgo de abandono escolar, y cuyos logros son deficientes, se pone la atención exclusiva en eso que se percibe, y en el alumno. Se pregutan "¿qué le pasa?". Quizás los educadores serían más eficaces si cambiasen su enfoque. En lugar de preguntarse por qué el alumno se está ahogando, deberían preguntarse que es lo que le está "empujando a la corriente" de ese río. Se es más eficiente si te centras en la prevención. Cambiando perspectivas como estas se podrían lograr progresos significativos en problemas educativos tales como el abandono o fracaso escolar.
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